El prestigioso diseñador de Louis Vuitton habla sobre su visión de la estética, su forma de crear y lo mucho que necesita los estímulos creativos. Y, es que el famoso diseñador no se cierra las puertas a la hora de crear y realizar nuevas ideas. Y donde encuentra nuevas ideas es, sobre todo, en los lugares donde encuentra objetos o lugares que pasan desapercibidos. “Una pared de ladrillo puede ser bonita, igual que un bosque. No hay reglas, todo depende del momento y del lugar en que te encuentres a la hora de reconocerlo. Pero, aunque haya belleza, hay que pulirla (…) Soy terrible a la hora de enfrentarme al papel en blanco, pero dame una hoja roja y te diré lo bien que quedará con una línea negra en el centro (…) Es la única manera que conozco de trabajar (…) Animo a mi equipo a que me digan lo que piensan, lo que les gusta -un libro, una película, una persona-. Necesito estimulación par funcionar”. Gracias a esto, q este gran esfuerzo, ha unido que su nombre vaya unido a la calidad. “ Mientras haya creatividad, no creo estar vendiéndome. Venderse es poner tu nombre en cualquier basura y esperas que la gente lo compre, simplemente, por que lleva tu nombre”.
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