Con
el paso de los años, decidimos que nuestro estilo cambie, y
apostamos por una ropa que sea más discreta, más ancha y con la que
ganemos en comodidad, además, apostamos por colores mucho más
suaves. O sea, buscamos prendas que sean más acordes con nuestra
edad y con la forma que tiene nuestro cuerpo. Pero, eso no implica
que queramos renunciar a la moda. Además, las grandes casas de moda
lo saben y las tendencias no se olvidan de las grandes tallas, para
que podamos lucir prendas modernas, sin renunciar a la comodidad.
Así, vamos a tener americanas, vestidos camiseros, moda vaquera,
blusas vaporosas... Eso sí, en colores y estampados que no cambian,
de lo que nos ofrecen en tallas más “populares”. Por ejemplo,
los colores pastel van a mantenerse, de moda, da igual la talla que
tengamos, siendo el blanco y el negro, los colores estrella, por ser
los más elegantes y que se pueden combinar, a la perfección. Los
tonos flúor, sin embargo, es cierto que son escasos, en las tallas
grandes. De todas maneras, nos encontramos con algunas excepciones,
como son el amarillo, el turquesa o el fucsia. Otra tendencia que,
también, llega pisando fuerte, es la tendencia floral, que se crea
para poder evocar a la llegada de la primavera y poder adelantarse al
verano. Por otro lado, tenemos el uso de rayas, que es todo un
clásico, como es el look marinero, que no debe faltar nunca, en
nuestro armario.
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